Leo en un Blog la defensa de una ley que permita a los niños votar. Y esta ha sido mi respuesta:
Para que los niños decidan en lo que les afecta no es preciso que tengan que elegir a sus gobernantes, basta con aprobar una ley que contemple el que sean oídos y tengan poder sobre los temas que son de su incumbencia.
Dejar que los niños voten a los gobernantes de todos es un canto a la irracionalidad. Para realizar un contrato se precisa madurez intelectual y volitiva, por eso los niños no los pueden firmar. Y la misma incapacidad existe para el caso de votar a quienes nos mandan.
A los políticos les encanta manipular a los electores, y por ello su mayor bendición sería conseguir que los niños voten.
Sí se aprueba que los niños vayan a las urnas, yo propondré dar un paso más y que también lo hagan los perros, gatos y resto de mascotas caseras y animales de granja y campo, pues ellos si que están desprotegidos por las leyes.
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